¿No sería maravilloso poder meternos en la mente de los consumidores para ofrecerles un mejor proceso de compra de nuestros servicios o productos? Parece una idea del mismísimo Orwell, pero nada más lejos de la realidad: No se trata de manipular sus mentes, sino de observar qué cosas hacen clic en ellas para darles justo lo que desean o necesitan. Ese es el objetivo final de este palabro que está tan de moda: el neuromarketing. Pero no empecemos la casa por el tejado. Vamos a desgranar este concepto que aúna dos términos tan exuberantes como neurología y marketing porque tienen mucha, pero que mucha chicha.
LA TEORÍA:
QUÉ ES EL NEUROMARKETING
Si buscamos la definición de neuromarketing en un diccionario, es probable que nos quedemos con cara de póker: ¿neuromercadotecnia? ¿neurociencias? ¿mediciones psicofisiológicas? ¡Dan ganas de echar a correr hacia la época de Mad Men sin mirar atrás!
Pero el neuromarketing no es nada más -¡y nada menos!- que el estudio científico del proceso que lleva a un comprador a elegir un producto, teniendo en cuenta toda su experiencia de compra: el antes, el durante y el después. La famosa experiencia de usuario que a día de hoy es imprescindible para cualquier marca si no quiere estar completamente OUT de este siglo. Si no tienes ni idea de qué te estoy hablando, te recomiendo que nos escribas ahora mismo.
Y aquí está la clave de la importancia del neuromarketing. REDOBLE DE TAMBORES… Al ser un estudio científico, el concepto del marketing según lo entendemos, cambia radicalmente.
Se acabaron los estudios prueba-error, los “a ver cómo sale esta campaña” y todo aquello que tenga que ver con la incertidumbre de cómo va a percibir nuestro público un servicio, marca, campaña o rediseño de producto.
El estudio a través del neuromarketing nos proporciona un mapa mental del comportamiento del consumidor. Qué color llama su atención, qué olor le estimula o qué packaging le genera un deseo, son algunas de las conclusiones que podemos obtener trabajando las sorprendentes técnicas de las neurociencias.
Las cifras son exactas, la respuesta es inmediata y sobre todo, las emociones NO traicionan a la razón.
Sí, sí, has leído bien. Nuestras emociones parten el bacalao en el proceso de compra y no nuestra razón.
Por eso, en la historia de la publicidad ha habido grandes “piñazos” después de focus groups y otro tipo de estudios en los que se pide la opinión del usuario. Decimos que queremos comer sano, pero al minuto siguiente nos zampamos una pizza con extra de queso y bacon.
¿Somos unos mentirosos? ¡No, es que no sabemos lo que queremos! CREEMOS que lo sabemos, pero nuestro inconsciente termina traicionándonos. Y esto no es nuevo, ya lo dice- y muy bien- el refrán “del dicho al hecho, hay un trecho”.
Para profundizar en este tema, te recomiendo a un experto en neuromarketing al que sigo desde hace tiempo: Jürgen Klaric. En este vídeo desarrolla con ejemplos la publicidad científica. Un must see con el que aprenderás algunos truquillos.
LA PRÁCTICA: EJEMPLOS DE NEUROMARKETING
La teoría está fenomenal, pero ahora toca ponerse las botas de agua y meterse en el lodo.
Hay muchas herramientas publicitarias de neuromarketing que necesitan de técnicas en las que se busca la reacción de los usuarios frente a productos o servicios poniéndoles electrodos, lentes y otros objetos sofisticados. Quizá las tecnologías que más te suenen sean el eyetracking o la electroencefalografía. Si te entran sudores con solo leer estas palabras, no te vengas abajo; en España aún nos queda algo de tiempo para incorporar estos costosos aparatos a nuestro día a día.
Por supuesto, hay otras herramientas que seguro que sabes aunque de primeras pienses que no. Vamos, que están en tu inconsciente y llevas usándolas toda la vida.
¿Íbamos a ponernos de barro hasta las pestañas, no? ¡Pues a disfrutarlo, que sale fácil!
Imagínate que tienes una tienda especializada en hamburguesas y después de currarte un branding como San Publicito manda, quieres aplicar alguna técnica de neuromarketing que te ayude a que la experiencia de compra de tus consumidores sea la crème de la crème. ¿Qué tipo de cosas puedes hacer?
INTERIORIZAR EL APRENDIZAJE:
EL NEUROMARKETING HA LLEGADO PARA QUEDARSE
Los Millenials y la Generación Z han hecho indispensable que nos replanteemos los códigos de la publicidad. Lo que antes funcionaba, ahora no lo hace. La tecnología va a mayor velocidad que nosotros y solo podremos darle la vuelta a la tortilla si descubrimos los POR QUÉS que están en nuestras mentes. Tenemos que cambiar el enfoque, conocer a nuestros consumidores de verdad. No solo si les gustan o no las hamburguesas, sino cuándo las comen, si prefieren escuchar a Whitney Houston o a Hank Williams III mientras, con qué les gusta acompañarlas, y un largo etcétera. El Neuromarketing nos permite ahondar en la mente humana sin dar nada por hecho y sin intervenir en ella. Estamos ante una nueva forma de ver la publicidad, pero desde una búsqueda de la verdad. ¡Esto sí que es maravilloso! Si te ha gustado nuestra publicación y ya estás pensando en tu tienda de hamburguesas, escríbenos o síguenos en redes sociales.